
Todo lo que te dije
con mi camisa lenta.
A todo lo que supe
recorriendo tus labios.
Añade,
mi mediocre fetichista.
El medio cielo
de la pensión más rasa
y las sábanas sucias
a juego con tus manos.
Desplacer es helarse
en el calor de un beso.
Buscar ese sabor
y encontrar sólo el labio.
Un día vendrá el tiempo
que tiene poco de tiempo
y te verá colgado en el armario.
Ya está bien de morirse
corriente como un duro.
Me compraré otro cuento
abriré mi paraguas
y ese invierno hará un pis
sobre tu cara.
Y podré recobrar la camisa
que protege la noche
cuando más frío siento
donde más te creaba.
P. Manrique.
Abriendo boca para el certamen de poesía y relato erótico.
ResponderEliminarS. Manrique.
Pudorosa dama de cabellos de fuego, deberá rezar 10 paternoster y 20 avemarías para purgar vuestras alevosías y alcanzar sosiego. Sólo así podráis controlar esos desma
ResponderEliminarmes carnales que perturban al lector.
Genial Pilar
ResponderEliminarHola.Podríais decirnos si existe alguna condición sobre extensión del relato, tipo de letra...? ¿Podría ser una carta? Gracias
ResponderEliminarHola anónimo.
ResponderEliminarPodría ser una carta, no más de folio y medio.
el 31 finaliza el plazo.
Gracias.
Me la-pido con tus versos
ResponderEliminarpara convertirlos en luz