
Pedro, el oculista, ha salido corriendo. Su último cliente empezó leyendo “Z-A-S-F-S”; con caracteres más pequeños “p-a-r-t-y”; minúsculamente “t-r-a-u-c”; lo siguiente fue “p-a-p-e-r” -es la marca de agua.
Mas tarde, mirando con fijeza a través de la pared añadió “la enfermera está ojeando “El arte de amar”. Tras esto puso sus pupilas en el cuerpo del especialista y el vidente dijo: “Lo siento. Tan sólo le quedan tres horas de vida”.
Mas tarde, mirando con fijeza a través de la pared añadió “la enfermera está ojeando “El arte de amar”. Tras esto puso sus pupilas en el cuerpo del especialista y el vidente dijo: “Lo siento. Tan sólo le quedan tres horas de vida”.
E. Andaluz
Esta mujer es buena, eh!, pero que muy buena. Sí, hay gente que diz que ve más allá del más allá; ese más allá que está muy pero que muy acá. Er Pepe.
ResponderEliminarYo también lo digo con mis ojos de poco ver y con el alma de llegar lejos.
ResponderEliminarS. Manrique.
Hola ziteros, como algunas veces digo a mi lo que me gusta es escribir. Y lo hago de lo que veo con mis ojos, con mis sentidos, con mi todo y más allá.
ResponderEliminarBesos
Buena calidad en el mini relato.
ResponderEliminarFelicisades a este espacio creativo de vuestro colectivo
Manolo
¿Quién es este/a E. Andaluz?
ResponderEliminarUn micro-relato macro-bonito.