
Te puedo hablar de Lucía,
de sus letras, de sus rayujos imprecisos
por la falta de colegio.
Puedo nombrar alguna de sus cargas:
Un hijo esquizofrénico,
otro camello de poca monta,
una nieta con doce años,
hija de una hija que no le habla.
Una nieta que comienza a encelarse,
"cualquier día viene con bombo"
Recuerda, tal vez, otro hijo,
no sabe si de pesca en estos mares
o quizás en otro continente.
Te puedo hablar de desamores.
De un tipejo gemelo,
de vez en cuando aparece,
se acuesta con ella. Ya, de madrugada,
sale en busca de alguna moneda
que engaña a la puta de turno.
Te puedo hablar de su otro gemelo
que vuelve a subir...y Lucía no sabe
si tiene mucha marcha o es que acabó
con todas las putas generosas.
Y entre hombre y hombre
pasa copa y copa.
Entre guardias y médicos
pasa ginebra o lo que haya.
Que cada día es más dura la vida
y llegan menos alegrías
Esther Andaluz