El indiscreto encanto de Elena y su poesía

















Háganme el favor de estarse quietecitos, de guardar las composturas, de no hacer el imbécil y leer como es debido este poema de Elena Garrido, una mujer de tablas tomar, y tan discreta que muchos de nosotros ignorábamos que además de sus habilidades como actríz era tan indiscutible poeta.

De qué vas, pues claro que te puedes tocar, y más si te la imaginas como doncella inocente que tirita de risa a la hora de lasciviarte, o como estrella del cine eroto mudo cool, o viuda con velo que se te insinua delante de su difunto y te pone el pene de gallina, o el dedo como escarpia en un seismo. No, no le hagas ahora pronunciar la Z mientras rezita y nos enseña el arte de bailar una cumbia con la boca, a la vez que saborea pícaramente un hotdog, y después sabe quedarse como la Gioconda, con la discreta sonrisa de quien no ha roto un plato. ¡Nooo!, aquí tienen que venir eyaculados, este es un recinto tan piadoso como una catedral gótica, como ese sagrado corazón de la puerta a medio decapar que está mirando indiscretamente.



No mires tanto mi clítoris y comételo.
Lámelo hasta que lo vuelvas líquido.
No tengo toda la tarde.
Mueve la lengua arriba y abajo,
primero lentamente, expandida,
después rápida, concentrada.
Yo dirigiré tu cabeza.
Tus orejas como mandos del videojuego.
Derecha, izquierda, más rápido, más rápido, más rápido...

II
Te has bajado los pantalones
y me señalas.
¡A mi no me amenaces!
...
Caigo arrodillada

Oh Rey de Siam
voy a meterte en mi boca.
No molesten estamos trabajando.
No me hagas reír voy a morderte.
Digo si, si, si con la cabeza.
Quiero mamartela hasta exprimirla (soy de la tribu jíbara de pollas
reducidas).
Me la he tragado, lo siento.

III
Bendita soy entre todas las mujeres.
Cada poro de mi cuerpo se ha transformado en una vagina unicelular,
donde miles de millones de pollas microscópicas van a penetrar sin fin.

IV
No puedo moverme.
Querías empalarme y lo has conseguido.
El dolor me arruga la nariz.
Quieres moverte y yo grito.
No puedo verte.
No quieres que me de la vuelta.
Gruñes. Y yo estoy a punto
de arrancar el cabecero.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto más dicen menos hacen.

LUIS ROSER RODRIGUEZ dijo...

No se quien es el anonimo, pero más le valdría decir quien es para sí poder contestarle y rebatirle.

Con respecto a la poesía de Elena me ha dejado clavado en el asiento es como una eclosión de ayaculaciones cósmicas, me gusta se nota que la autora conoce las calenturas de la vida.

Un beso ELENA, eres un encanto

Unknown dijo...

Anónimo dijo... voy a darte la importancia que no te mereces.

Imagino, quiero suponer que sé de donde vienes, y si vienes de ese mundo donde los dioses paralizaron las almas como estatuas de sal, no eres TU, el o la más indicada para decidir lo que se hace y quien lo hace.

Pero estoy encantada de la vida en que, pese a tu impavidez, seas capaz de molestarte en arribar en esta humilde casa, acudiendo a la zita puntualmente, para dedicarnos una escueta frase.

Ese trabajo enorme ¿se deberá quizá a que muy en el fondo te gustamos? ¿o tal vez sea debido a una urticaria veraniega?.

Fuere por lo que fuere, gracias de corazón por todas tus molestias.

Saludos Anónimo.

Unknown dijo...

Ainnsss, con lo tímida que es una y leyendo estos versos me pongo colorá, de arriba a abajo y de abajo a arriba, y m´s cosas que no digo.

Y es que este poema de Elena, realmente es una licuadora.

Besicos guapa.

Anónimo dijo...

A mi tampoco me gustan los porno-poemas. ¿Pasa algo?.

¿O tengo que hacer la pelota?

pepe montero dijo...

El momento más feliz de la vida de un hombre es, cuando después de una buena mamada, tambaleándose, entra en el baño o sale al jardía y mea, siempre y cuando esté el cielo estrellado, sean las diez de la mañana y la garganta que lo ha vaciado pertenezca a la mejor amiga de su mujer.

pepe montero dijo...

El momento más feliz de la vida de una mujer, es..., venga chicas, a discurrir.

columna dijo...

Elena, eres una crápula, nunca lo he dudado, por eso estoy feliz a tu lado, con o sin eyaculación. Las cosas son así de sencillas cuando hablamos de orgamos.

Anónimo dijo...

mucha ambruna de polla hay poraki, con unbuen rabo todo resuelto.

conbuenapollaybuencoñobiensejode

Alberto dijo...

¡Hala qué animal!, ¡que hambruna se escribe con hache!

Anónimo dijo...

A cualsiquiera cosa llamamos poesía. En fin.
Y al Anónimo anterior: seguro que el que ha puesto "ambruna" se ha comido la h-, siguiendo las recomendaciones de comerse cosas que se emiten desde los poemamadas anteriores.

Bueno, pues nada más. Me voy a recoger nabos al campo, que parece que ya es tiempo.

Saludos de

Quidam Lector

Unknown dijo...

Anónimo quidan

¿qué es poesía? Yo tengo un concepto bastante claro de lo que es la poesía, pero es "mi concepto" ¿cuál es el tuyo?

Alberto, está bien que corrijas, una cosa es que el texto guste o no guste y otra cosa es opinar con faltas de ortografía.

a mi me gustaría que los anónimos se identificaran o pusieran un nicks para poder dirigirnos a ellos. pero todo no puede ser, así que desde aquí queiro agradecerles sus comentarios, lo mismo que a Alberto y dodos los demás.

Anónimo dijo...

no os abeis fijado quelanonimo tiene firma al final.

pasaba por aki
soislas mejororesssss!!!!!

Anónimo dijo...

Mi coño es negro como carbón
evaporado. Pero se vuelve azul a la luz
de la tele y de la luna.
La característica más peculiar que
explica su color y su forma
es
que tiene circulación lenta y
estremecida que va navegando hacia la
tinta de las venas y se abre al desamparo
de mi dormitorio como si
comprendiese que un dedo impenetrable,
masculino,
no pasara por él ni por las sábanas.

Sería una esperanza considerar
que sobre mi coño solitario aún pueden
caber volúmenes remotos
o
un pañuelo azul que penetrase las dos
mitades húmedas y abiertas y así pasar
esta tela azul, ensangrentada,
quedándose,
rompiéndome
porque mi coño ya es invencible,
mi enemigo.

Aislado del amor
cualquier coño es violento.

(Isla correyero, de su libro mi coño azul).

DEDICADO A ANONIMO PARA QUE DISFRUTE..
andrea.